Migrañas

Tratamiento Migrañas con Li-TMS NIBBOT
Los campos magnéticos pulsados inducen una corriente alternante dentro de los electrolitos presentes en el cuerpo. A nivel celular, esta corriente afecta el contenido de agua, la función mitocondrial, las propiedades físicas de las membranas, incluyendo la permeabilidad a los iones, la absorción de nutrientes, oxígeno y aminoácidos, la producción de energía y la migración de macrófagos. Los campos magnéticos en formas y dosis adecuadas pueden aumentar la captación de oxígeno por la célula y mejorar la circulación sanguínea, así como revertir el deterioro funcional y restablecer la conectividad neuronal.
Estudios recientes han demostrado que la Estimulación Magnética Transcraneal de baja intensidad, es efectiva en el tratamiento de enfermedades con características psicogénicas. Un campo magnético pulsado en el área dolorosa aumenta el flujo sanguíneo, lo que, combinado con la relajación muscular, ejerce un efecto positivo general.
Objetivo del estudio
El objetivo de este estudio fue verificar la hipótesis de que las ondas magnéticas pulsadas de baja frecuencia (16 Hz) y baja intensidad (5 μTs) alivian los síntomas de dolores de cabeza y migrañas mediante la regulación de la dilatación de los vasos sanguíneos y el aumento del flujo sanguíneo.
Pacientes y métodos
Este estudio utilizó un dispositivo especialmente diseñado que administra ondas magnéticas de extrema baja frecuencia (ELF) a una intensidad de campo de 5 μTs. La frecuencia de impulso de 16 Hz es similar a la frecuencia de pulso de la tierra.
Ochenta y dos pacientes (46 mujeres, 36 hombres), con edades entre 16 y 66 años, recibieron terapia de Li-TMS durante 4 semanas. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a un grupo de tratamiento activo o a un grupo placebo (n = 41 en cada uno) y se caracterizaron según uno de los siguientes diagnósticos de dolor de cabeza: (1) migraña; (2) migraña combinada con dolor de cabeza tensional; (3) tensión; (4) en racimo; (5) relacionado con el clima; (6) postraumático; o (7) otros.
Los pacientes con edades entre 16 y 70 años, que sufrían de dolor de cabeza y migraña, fueron incluidos en el estudio cuando se esperaba un buen cumplimiento. Los criterios de exclusión fueron enfermedades infecciosas agudas o graves (arteriosclerosis, diabetes mellitus, úlceras, operaciones graves o infartos ocurridos en los últimos 12 meses) y el uso de inhibidores de la agregación plaquetaria, dipiridamol, sulfinpirazona, antiinflamatorios, corticosteroides o inmunosupresores en los últimos 6 meses.
Los grupos no presentaron diferencias significativas en cuanto a edad y sexo, aunque participaron más mujeres. La proporción de mujeres y hombres de 55%:45% corresponde a la mayor frecuencia de migrañas y dolores de cabeza menstruales observados en la literatura.
El grupo de tratamiento activo recibió el dispositivo; el grupo placebo recibió un dispositivo de igual tamaño y apariencia, pero que no operaba con las mismas características de ondas. Todos los pacientes usaron el dispositivo durante 4 semanas. En estudios piloto, el efecto terapéutico fue a menudo visible después de 1 a 3 semanas.
Todos los pacientes se sometieron a un examen médico antes y después del tratamiento. Se recopilaron datos clínicos antes del tratamiento, 2 semanas después de iniciado y al final de las 4 semanas. Los criterios de evaluación fueron la intensidad, frecuencia y duración de los ataques, así como la dificultad para concentrarse. Los síntomas se clasificaron en una escala de 11 puntos (0 = sin expresión de síntomas/sin trastornos; 10 = expresión máxima de síntomas/trastorno extremo). La insomnio concomitante, fotosensibilidad, síntomas motores (espasmo) y menstruación difícil se clasificaron en una escala de 5 puntos (1 = nunca; 2 = a veces; 3 = a menudo; 4 = frecuente; 5 = [casi] siempre).
Análisis estadístico
Se utilizaron los siguientes métodos estadísticos: prueba χ2 para encuestas de muestras aleatorias de valores nominales; prueba U de Mann-Whitney para encuestas de muestras aleatorias; prueba de Wilcoxon para encuestas de muestras específicas (las dos últimas pruebas solo se aplicaron a las escalas con los intervalos menos similares); prueba t para dos encuestas aleatorias y dos encuestas de muestras específicas, y análisis de varianza de valores de escalas de intervalo con distribución normal de la dieta. Los resultados se expresaron como medias ± desviación estándar.
Resultados:
Cinco de los 82 pacientes inscritos (3 del tratamiento activo; 2 del placebo) abandonaron el estudio por razones no relacionadas con el tratamiento. Se analizaron los datos de 77 pacientes (39 placebo, 38 tratamiento activo). La Tabla 1 describe los grupos según diagnóstico.
La Tabla 2 muestra los cambios en los criterios de evaluación antes y después del tratamiento.



Los valores iniciales no mostraron diferencias significativas entre los grupos de tratamiento activo y placebo. Después del tratamiento, todos los criterios evaluados mejoraron significativamente (P<0.0001 frente a los valores iniciales y el placebo). La intensidad (Figura 1) y la duración (Figura 2) de los dolores de cabeza mostraron cambios positivos y dramáticos. No se produjo ninguna mejora sintomática en el grupo placebo.
El 76% de los pacientes del grupo de tratamiento activo (n = 29) experimentaron un alivio claro o muy claro de sus molestias; solo 1 paciente del grupo placebo (2.5%) sintió algún alivio. El 8% del grupo placebo (n = 3) notó una ligera mejora y el 2% (n = 1) reportó un empeoramiento significativo de los síntomas. En el grupo de tratamiento activo, solo el 8% (n = 3) no observó ningún cambio en los síntomas después de 4 semanas (Figura 3). La mejora de los síntomas concomitantes fue altamente significativa con el dispositivo (P<0.01 frente al placebo).
La seguridad se evaluó en términos de incidencia de efectos adversos. No se reportaron efectos secundarios ni complicaciones del tratamiento. Los signos vitales (presión arterial, frecuencia cardíaca) y los valores de laboratorio (urea sérica, alanina y aspartato aminotransferasas, gamma-glutamil transpeptidasa, lactato deshidrogenasa, creatinina, ácido úrico, eritrocitos, glucosa, colesterol y triglicéridos) se encontraban dentro de los límites normales y no cambiaron significativamente desde el inicio del tratamiento. Ninguno de estos valores se volvió anormal durante el tratamiento.
Discusión
Los hallazgos presentados demuestran los beneficios de las ondas ELF en los dolores de cabeza de diferentes orígenes y confirman resultados previos que muestran efectos generalmente positivos en síntomas refractarios en varios sistemas del cuerpo.14-21
De todos los malestares que llevan a la automedicación en el mundo occidental, los dolores de cabeza ocupan el primer lugar, incluso antes que los resfriados y las afecciones cardiovasculares menores. La migraña y otros tipos de dolor de cabeza se tratan comúnmente con medicamentos recetados y de venta libre (ibuprofeno, paracetamol y aspirina). Si bien estos tratamientos son efectivos a corto plazo, generalmente no abordan la causa subyacente del dolor de cabeza.
Además, los medicamentos pueden causar efectos secundarios, como daños en el hígado y en otros órganos gastrointestinales.
El dispositivo de campo magnético pulsado descrito en este estudio no produjo efectos secundarios, lo que coincide con los resultados reportados en la literatura.14,18,22 Además, el aumento en el suministro de oxígeno secundario al aumento de la circulación condujo a una sensación de mayor vitalidad en los pacientes, lo que reflejó una mejora en el bienestar general.
Las declaraciones sobre la eficacia y seguridad en este informe están limitadas a la duración del estudio de 4 semanas. La diferencia crucial entre el placebo y el tratamiento activo se desarrolló durante las últimas 2 semanas. Si el efecto beneficioso persiste o se atenúa con el tiempo, se requiere una investigación más larga. Según un investigador,23 se puede esperar una adaptación. En vista de los resultados notables en este ensayo, es necesario realizar un estudio que dure al menos 3 meses, con fases de inicio y seguimiento.
Referencias:
1. Guyton AC, Hall JE. Somatic sensations, II: pain, headache, and thermal sensations. In: Textbook of Medical Physiology. 9th ed. Philadelphia: WB Saunders; 1996:617-619.
2. Celentano DD, Stewart WF, Lipton RB, Reed ML. Medication use and disability among migraineurs: a national probability sample. Headache. 1992;32:237-238.
3. Stewart WF, Shechter A, Rasmussen BK. Migraine prevalence: a review of population-based studies. Neurology. 1994;44(6,suppl 4):S17-S23.
4. Stewart WF, Lipton RB. Migraine headache: epidemiology and health care utilisation. Cephalalgia. 1993;3(suppl 12):41-46.
5. De Lissvoy G, Lazarus SS. The economic cost of migraine: present state of knowledge. Neurology. 1994;44(6, suppl 4):S56-S62.
6. Böhmig U. Kopfschmerz und Migräne. Vienna: Orac Verlag; 1988.
7. Kniep P. Migräne und Gesundheit. Munich: Herder; 1987.
8. Pfaffenrath V. Was ist Gesichert in der Therapie? Der chronische Kopfschmerz—Spannungskopf-schmerz und Schmerzmittelmiflbrauch. Munich: Arcis Verlag; 1988.
9. Sicuteri F, Del Bianco PL, Anselmi B. Morphine abstinence and serotonin supersensitivity in man: analogies with the mechanism of migraine? Psychopharmacology, Berlin. 1979;65:205-209.
10. Raskin VH. Headache. In: Wilson JD, Braunwald E, Isselbacher KJ, et al, eds. Harrison’s Principles of Internal Medicine. 12th ed. New York: McGraw-Hill; 1991:108-115.
11. Silberstein STD. Practice parameter: evidence-based guidelines for migraine headache (an evidence-based review). Neurology. 2000;55:754-763.
12. National Institute of Neurological Disorders and Stroke. NINDS headache information page. Bethesda, Md: National Institutes of Health; 2000. Available at: www.ninds.nih.gov.
13. Oleson J. Classification and diagnostic criteria for headache disorders. Cranial neuralgias and facial pain. Cephalalgia. 1988;8(suppl 7):19-28.
14. Tiuriaeva AA, Ponizovskii VM, Akimov GL. Effects of alternating field on healing of ulcers of the lower extremities. Vestn Khir Im I I Grek. 1977;119:84-85.108 R. B. Pelka et al Magnetic-Field Therapy for Migraine
15. Barnothy M. Biological Effects of Magnetic Fields. New York: Plenum Press; 1969.
16. Bassett CA, Pilla AA, Pawluk RJ. A non-operative salvage of surgically-resistant pseudoarthroses and non-unions by pulsing electromagnetic fields. A preliminary report. Clin Orthop. 1977;124:128-143.
17. Bergsmann O. Selektive Feldtherapie bei pseudoradikulären Symptomen. Manuella Med. 1983;21:139.
18. Cameron H, et al. An examination of the effects of pulsed magnetic fields on knee swelling following total knee replacement. Presented at: International Congress on Foot and Hand Surgery; 1981; São Paulo, Brazil.
19. Ehrmann W, et al. Therapie mit ELF-Magnetfeldern. Z Phys Med. 1976;4: 161-170.
20. Evertz U, König H. Pulsierende magnetische Felder in ihrer Bedeutung für die Medizin.Hippokrates. 1977;1:16.
21. Hainovici N. Beeinflussung der Kallusbildung unter der Behandlung mit niederfrequenten gepulsten magnetfeldern. Therapiewoche. 1987;30:4619-4631.
22. Watson J, Downes E. Clinical aspects of the stimulation of bone healing using electrical phaenomena. Med Ant Biot Ent Comp. 1979;17:261.
23. Warnke U. Grundlagen zu magnetisch induzierten physiologischen Effekten. Therapiewoche. 1980;30:4609-4616.