El estudio de las enfermedades relacionadas al tejido óseo ha sido estudiado desde hace mucho tiempo. Se ha encontrado que el tratamiento para dichas enfermedades óseas están íntimamente relacionado con los procesos de reparación ósea, es decir, los mecanismos moleculares que ejecutan las células para restaurar el tejido. Sin embargo, de acuerdo a lo descrito por Yasuda en 1953, el proceso de osteogénesis (formación de hueso) involucra la generación de una corriente eléctrica para regular la actividad celular. A raíz de este descubrimiento, se han desarrollado herramientas de liberación de corriente eléctrica (estimulación eléctrica) para tratar rupturas óseas y enfermedades relacionadas a la regeneración ósea (como osteoporosis, artritis, etc) y han funcionado de manera eficiente. A pesar de los buenos resultados de las terapias de estimulación eléctrica, efectos adversos relacionados (como dolor causado por la corriente eléctrica) han sido reportados frecuentemente.
Los dispositivos de pulsos electromágneticos (del inglés pulsed electromagnetic fields, PEMF), fueron desarrollados para tratar de disminuir las desventajas de la estimulación eléctrica. El principio de los dispositivos PEMF, radica en la inducción de una corriente eléctrica por medio de pulsos magnéticos variables generados por una bobina metálica. Está técnica, además de propiciar menos efectos adversos, también es bastante segura, no invasiva e indolora para los pacientes. Recientemente, se ha utilizado para ayudar a la reparación ósea en distintos padecimientos tales como fracturas (por traumatismo o por osteoporosis), osteoporosis, artritis, por mencionar algunas. Se ha encontrado que los PEMF promueven la liberación de calcio en el sitio de aplicación y esto a su vez ayuda a que la formación de biopolímeros ocurra de manera más efectiva y acelerada que de manera natural. Mayor información acerca de los mecanismos celulares de reparación ósea que promueven los PEMF puede encontrarse en lo descrito por Yuan y sus colaboradores en Marzo del 2018 [1].
La técnica de estimulación PEMF además de ser efectiva en su aplicación transcraneal en padecimientos psiquiátricos como la depresión, neurológicos como Enfermedad de Parkinson y enfermedad de Huntington, también ha mostrado beneficios en enfermedades del tejido óseo, y debido a eso y su sencillez de uso, hoy en día es una de las herramientas terapéuticas con mayor prospección de uso en el área de la medicina y la investigación.
[1] Physiology, C. (2018). Underlying Signaling Pathways and Therapeutic Applications of Pulsed Electromagnetic Fields in Bone Repair, 1581–1594.
